El Ente Vasco de la Energía (EVE) ha puesto en marcha nuevas ayudas destinadas a la mejora de la red eléctrica interior de conexión con la red de distribución de las comunidades de viviendas residenciales. Se trata de promover la modernización de unas instalaciones imprescindibles para implantar nuevos servicios eléctricos como la calefacción por aerotermia, la carga del vehículo o la producción solar renovable, y progresar con la descarbonización de este sector.
Las ayudas parten con un presupuesto de un millón de euros con los que se apoyarán en torno a 200 renovaciones de instalaciones eléctricas comunitarias. Se estima que estas ayudas incentivarán inversiones por valor de 2,8 millones de euros en el conjunto de proyectos apoyados.
Tanto desde instancias europeas como la propia Estrategia Energética de Euskadi al año 2030 tienen como uno de los pilares fundamentales para la descarbonización de la economía la electrificación de diferentes sectores, es decir traspasar a consumo eléctrico servicios que hasta la fecha se obtenían mediante otro tipo de energías, y abandonar paulatinamente el uso de combustibles de origen fósil. En este sentido, el sector residencial tiene un destacado papel ya que su descarbonización requiere de la implantación de nuevos consumos eléctricos como, por ejemplo, en los sistemas de calefacción mediante aerotermia o la carga de los vehículos eléctricos en garajes. Asimismo, la producción renovable mediante placas solares realizada en estos edificios requiere de una red capaz de absorber esa nueva producción eléctrica.
En vista de todo el desarrollo previsto en materia de electrificación se ha constatado que la red de distribución interior en numerosas comunidades de propietarios es precaria dada su antigüedad y no está preparada para transportar tanta energía. Concretamente, el 23% de las comunidades de viviendas de Euskadi mantienen instalaciones antiguas con sistema de 125/220 voltios (conexión B1), cuando actualmente se requiere de sistemas 230/400 voltios (conexión B2) para contar con capacidad suficiente para atender la creciente demanda de electricidad de los vecinos.
En Álava son el 15% de las comunidades quienes mantienen instalaciones eléctricas precarias, el 28% en Bizkaia y el 18% en Gipuzkoa. Esta nueva línea de apoyo pretende paliar estas deficiencias en edificios de construcción anterior a 1999 y que hayan realizado y justificado la renovación hasta el 31 de diciembre de 2024 como fecha máxima. Las ayudas serán incompatibles con otras subvenciones que tengan la misma finalidad.
Fuente: El Correo