David Amo, del Área de Negocio de Nortegas, nos aclara algunos artículos publicados sobre el fin del gas como combustible válido para el uso térmico en instalaciones comunes de ámbito residencial colectivo.
“Hablamos de si el gas se va a prohibir o no para el uso de calefacción o si realmente podemos seguir usando calderas de gas en rehabilitaciones que se hagan para sustituir combustibles, en este caso fósiles líquidos y sólidos, carbón y gasóleo principalmente, que sí van a estar prohibidos a partir de 2030. En este sentido Nortegas ya realiza un esfuerzo importante por desarrollar tecnología que permita inyectar en nuestras redes hidrógeno, biogas y biometano. La idea es que de manera progresiva y en un esfuerzo alineado con los objetivos de la transición energética, de cara a 2040, 2050, la mayor parte de lo que discurra por nuestras redes tenga un origen bio. A partir de ese punto podremos afirmar que el combustible que se usa en esas instalaciones es de origen renovable. Las nuevas reglamentaciones y directivas comunitarias no están prohibiendo el uso o la tecnología de combustión para satisfacer las necesidades térmicas de los edificios, lo que se está prohibiendo es combustionar fósil sólido, carbón, y fósil líquido, gasóleo”, nos explica David y lanza un mensaje de tranquilidad a los administradores y administradores de fincas. “Queremos dar tranquilidad a los clientes, a los administradores, en el sentido de que sus sistemas están perfectamente validados y en línea con los objetivos medioambientales de la Comunidad Europea y de hecho, Nortegas, en todas las rehabilitaciones en las que contribuímos con ingeniería o con conocimiento, planteamos desde hace tiempo hibridación con renovables y sistemas que sean compatibles de entrada con el uso de hidrógeno”.